Estas Constituciones se mantienen vigentes y más o menos operantes hasta comienzos del siglo XX, cuando sufren una revisión y renovación, debido a los diversos cambios de mentalidad, leyes y constumbres. Las modificaciones más importantes se relación con la separación de las misiones del Cabildo de Gobierno de las de los empleados del Hospital.
Se puede indicar que ese es el momento en que se desarrolla la consititución de la actual Fundación, que se encarga hoy en día de las distintas obras que permanecen activas. Diversos cabildos de gobierno se suceden hasta la llegada de D. Juan Cardona, quien es nombrado hermano mayor en 1969.
En un momento surge la necesidad de construir un nuevo hospital y, por tanto, una nueva ubicación para la Fundación, dado que el antiguo no permitía nuevas ampliaciones y el diseño del edificio no reunía las condiciones precisas para el acondicionamiento requerido por las nuevas tecnologías y la calidad asistencial.
Entidades, organismos y ferrolanos con puestos en la administración colaboraron activamente en el diseño y en la construcción del nuevo centro hospitalario, coordinados por el Hermano Mayor D. Juan Cardona Rodríguez. Se eligieron unos terrenos en el incipiente barrio de Caranza que fueron adquiridos al Ministerio de la Vivienda. En el año 1971 se colocó la primera piedra del nuevo hospital, inaugurándose en 1974. Posteriormente se le daría el nombre de “Hospital General Juan Cardona”, en recuerdo de su principal artífice.
Las Constituciones sufren nuevos cambios tras la asunción del control de las Fundaciones de carácter particular de la Xunta de Galicia en 1984. Los cambios provocan la eliminación de los artículos referidos a mayordomía, capellanía, sacristía y demás de régimen interior, dejándose solamente los referidos a la congregación. La estructura orgánica se mantiene, si bien se aumenta el número de vocales de seis a diez.
En el año 1991 se inauguró un anexo en el que se instalaron el tanatorio, el refugio de indigentes y consultorios médicos. En el edificio actual, desarrollan su actividad las dos Obras que la Fundación mantiene vivas: el Refugio Pardo de Atín y el Hospital Juan Cardona.
Las instalaciones disponen de una capilla dedicada al Espíritu Santo y una clausura para el alojamiento de la Orden de las Siervas de Jesús, que siguen prestando su inestimable apoyo tanto en labores hospitalarias como pastorales.